Una vez se consigue un sonido sólido y contundente en las pistas de la mezcla es hora de poner sal y pimienta y llevar todo al siguiente nivel.
La automatización permite conseguir que el oyente mantenga el interés, mediante cambios en la mezcla que son grabados por tu DAW.
Si quieres que tus canciones sean un imán para el oyente y produzcan un viaje sonoro, necesitas dominar la automatización.