Pocas cosas suenan mejor que una guitarra acústica.
No importa si estamos hablando de una con cuerdas de nylon o una con cuerdas de metal, el sonido de la guitarra acústica es hipnótico.
Al momento de mezclarlas el problema es que tienen ciertas características que las hacen ser algo difíciles de ubicar correctamente en la mezcla. Lo bueno es que, como no podía ser de otra manera, la ecualización viene al rescate.
En este artículo aprenderás cómo ecualizar guitarras acústicas para lograr que se escuchen claro y resalten en tus mezclas.
Empecemos con la diferencia más importante:
La guitarra acústica en solitario y en el contexto de mezcla
Tal vez no lo pensamos muy seguido pero una cosa es escuchar una guitarra acústica en solitario y otra muy distinta es intentar hacerlo en el contexto de mezcla.
Cuando escuchamos la guitarra acústica en solitario queremos percibir los graves, el cuerpo, la definición del sonido de cuerdas y en realidad todo el espectro de frecuencias que este presente.
En cambio, en el contexto de la mezcla tenemos que compartir el espacio de la guitarra acústica con otros tantos elementos parecidos o que comparten espacio en la frecuencia y es ahí donde verdaderamente empieza el problema.
Resulta que las guitarras acústicas tienen una buena porción de frecuencias que se solapan con otros instrumentos como el bajo, la voz, piano, teclados, por nombrar algunos.
Por ese motivo tienden a provocar algo que se conoce como enmascaramiento en la frecuencia, que es cuando dos sonidos comparten frecuencias y se tienden a tapar.
Es nuestra tarea al mezclar guitarras acústicas definir el espacio de frecuencias que pueden ocupar y la manera que vamos a trabajar la ecualización para lograr que se definan y resalten.
Para hacer una analogía, el trabajo al mezclar pasa a ser buscar que los distintos elementos de mezcla compartan el espacio disponible con la guitarra acústica sin pelearse y en armonía.
Lograremos esto usando dos herramientas fundamentalmente: filtros y ecualizadores.
Imagen: una cosa es escuchar una guitarra acústica en solitario y otra tener que introducirla en una mezcla con otros elementos.
Las bajas frecuencias un exceso innecesario
Para la mayoría de los guitarristas, las bajas frecuencias son uno de los aspectos más importantes de su sonido. Le dan cuerpo, potencia y “redondez” al sonido de la guitarra acústica.
El problema es que muchos guitarristas no suelen hacer la distinción entre el sonido de la guitarra acústica en solitario y la diferencia que existe con el sonido de la misma en el contexto de la mezcla de audio.
En la música popular, es raro que una guitarra acústica suene en solitario por mucho tiempo; por el contrario, suele compartir espacio con el bajo y el bombo, que son elementos que compiten por las bajas frecuencias con la guitarra acústica pero que las necesitan más ya que son parte de lo que los define.
Por otro lado nuestro sistema auditivo es muy hábil para reconstruir sonidos que les faltan frecuencias, pero malo reconociendo sonidos cuando hay enmascaramiento frecuencial.
Debido a estos motivos es aceptable y deseable deshacernos de parte del contenido de bajas frecuencias al ecualizar la guitarra acústica.
Ganaremos en definición y claridad sin perder el carácter esencial del sonido de la guitarra acústica.
La atenuación de las bajas frecuencias la hacemos con un filtro pasa-altos o high pass filter HPF, que se sugiere usar luego de una buena estructura de ganancia.
Los filtros pasa altos presentan un par de parámetros de ajuste y el más importante que es la frecuencia de corte, que define cuantos bajos vamos a estar atenuando.
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Pendiente o Q: es el equivalente a la cantidad de atenuación que se va a efectuar. Viene definida en dB por octava. Recordemos que una octava es el doble o mitad de la frecuencia escogida; es decir si escogimos 100 Hz la octava inferior es 50 Hz. Se sugiere usar valores de 6-12 dB/Oct siendo 12 un buen punto de partida para experimentar.
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Frecuencia: se define como la frecuencia donde se han producido 3 dB de atenuación y es el parámetro que vamos a modificar al trabajar sobre las guitarras. Como punto de partida, un buen valor para este parámetro es 100 Hz, aunque podemos ir hasta 150-200 Hz, dependiendo del espacio disponible en la canción respecto al resto de los elementos.
Cabe destacar que al filtrar las guitarras acústicas vamos a sentir que se definen y separan mejor en la mezcla.
Hay que prestar bastante atención y tener cuidado con la frecuencia de corte que escogemos. Si nos pasamos al usar un valor muy alto es posible que perdamos parte de la calidez del instrumento.
Imagen: plugin configurado como filtro pasa alto con una pendiente de 12 dB/Oct y una frecuencia de corte de 100 Hz. Puedes experimentar con frecuencias de corte más elevadas, en especial en mezclas densas, prestando atención al sonido final. Limpiando frecuencias
Lo siguiente a trabajar para obtener guitarras con uno sonido claro y definido, son las frecuencias que no contribuyen al «buen» sonido del instrumento.
Puede sonar raro pero, además de las bajas frecuencias, hay frecuencias que no aportan en nada al sonido de la guitarra.
Podemos atenuarlas sin cargo de culpa ya que su acumulación en múltiples elementos de la mezcla resulta en un sonido opaco o tierroso.
Por ello, es ampliamente recomendable atenuar frecuencias problemáticas usando ecualización sustractiva, técnica que implica emplear el ecualizador con una curva campana a la inversa.
Dentro de las zonas candidatas a recibir este tipo de ecualización en las guitarras acústicas están las frecuencias medias bajas 200-500 Hz, donde aparecen los primeros armónicos tanto de la guitarra como en otros elementos.
Esta zona es donde se resta claridad, definición y cuando está en exceso genera el famoso sonido opaco, fenómeno que no es exclusivo de las guitarras.
Veamos algunas sugerencias para los parámetros de esta ecualización:
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Ancho de banda o Q: se sugiere usar un ancho de banda selectivo para atenuar las frecuencias desagradables alterando lo mínimo posible el resto de las frecuencias hacia los costados.
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Barrido frecuencial: la mejor forma para encontrar la frecuencia que nos molesta consiste en producir una ganancia grande en la curva y mover la frecuencia lentamente, hasta encontrar el problema y proceder a atenuar.
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Frecuencia: las guitarras acústicas suelen presentar un sonido opaco en la zona entre 200-500 Hz. Si existen otras frecuencias negativas, podemos buscarlas usando el barrido frecuencial.
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Cantidad de atenuación: la clave del éxito de esta ecualización radica en atenuar lo suficiente para solucionar el problema, sin alterar demasiado el timbre; en ese sentido sugiero experimentar con atenuaciones de 3-6 dB.
Imagen: ejemplo de una ecualización sustractiva con una curva campana. en 250 Hz, empleando un ancho de banda o Q mas bien selectivo. Como observación con la ecualización sustractiva debemos evitar desnaturalizar el timbre de la guitarra acústica. Para eso siempre revisa apagar y encender el plugin prestando atención a las cualidades de timbre del sonido.
El paso siguiente al ecualizar guitarras: resaltar lo bueno
La limpieza ya está hecha: nos deshicimos de las bajas frecuencias compartidas por la guitarra acústica y elementos que compiten con ella y usamos ecualización sustractiva para aclarar el sonido de la guitarra.
Hecho esto, podemos pasar a usar la ecualización pararesaltar algunos de los aspectos agradables de la guitarra acústica: los graves, la presencia en los medios y el brillo de las cuerdas en los agudos.
Para esta tarea se sugiere usar la ecualización a manera musical, donde se busca producir realces en las zonas agradables con anchos de ecualización que abarquen un conjunto importante de frecuencias a los lados.
Ecualizar de esta forma nos permite realzar frecuencias que son intervalos musicales con la frecuencia central seleccionada y obtener un sonido más musical.
Algo muy interesante es que esta forma de ecualizar al realzar permite lograr mejores resultados al ecualizar la guitarra acústica con menor cantidad de procesamiento. Veamos cómo:
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Anchos de banda poco selectivos: cuando usemos una curva campana buscar que la ecualización abarque un grupo importante de frecuencias hacia arriba y abajo de la frecuencia central.
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Ganancias moderadas: vamos a percibir efectos claros sobre el sonido usando ganancias de moderadas a bajas. Cambios de hasta 1 y 2 dB se pueden notar con claridad.
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Frecuencias agradables: buscar aquellas zonas de la guitarra que son deseables: presencia, sonido de cuerdas, brillo, realce musical de bajas frecuencias. Para lograrlo nos podemos ayudar con el barrido frecuencial.
Imagen: ejemplo de ecualización aditiva de medios con una curva campana en 3,5 kHz y ancho de banda poco selectivo o musical. La curva de ecualización y las frecuencias especificas sobre las que vamos a ecualizar guitarras acústicas varían de acuerdo al instrumento y la zona frecuencial que tengamos que trabajar:
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Bajos: aquí están el cuerpo y la calidez de la guitarra. Se suele usar una curva shelving de bajos, teniendo en cuenta la frecuencia a la que hemos filtrad. Probar entre 150-300 Hz cuidando la cantidad de ganancia.
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Medios agudos: en esta zona está la presencia, inteligibilidad de la guitarra. Es muy importante para que se distinga en la mezcla. Usar una curva campana buscando el sonido dulce entre 1 y 6 kHz.
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Agudos: aquí vamos a encontrar el brillo y el sonido «burbujeante» de la guitarra. Usar una curva shelving de agudos buscando la frecuencia ideal entre 6-12 kHz.
Imagen: ecualización aditiva de agudos para una guitarra acústica. Se usa una curva shelving en 6 kHz para resaltar el brillo.
Imagen: ecualización aditiva de agudos para una guitarra acústica. Se usa una curva shelving en 6 kHz para resaltar el brillo.
Cómo ecualizar guitarras con cuerdas de nylon
Para ecualizar guitarras acústicas con cuerdas de nylon se usan los mismos principios y técnicas, solo que las frecuencias que vamos a escoger pueden variar un poco y el sonido final también.
Dependiendo del rol que tengan las guitarras con cuerdas de nylon y de los elementos que las rodeen en la mezcla vamos a tener que aproximar el trabajo con la ecualización de una u otra manera.
Por ejemplo si las guitarras son el instrumento principal y acompañan voces, sin otros elementos que ocupen bajas frecuencias, lo más probable es que ecualicemos preservando las bajas frecuencias.
Otro detalle con las guitarras con cuerdas de nylon es que hay que cuidar más la zona de los medios bajos, ya que es vital para que el timbre del instrumento se perciba como natural.
Una ecualización limpiando mucho en esta zona, si bien va a limpiar el sonido y a dar claridad, es muy probable que termine en un sonido metálico o poco cálido.
Veamos algunas pautas para ecualizar las guitarras con cuerda de nylon:
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Filtro de bajas frecuencias: si las guitarras están solas o acompañando voces se puede preservar algo de esta zona y filtrar para evitar ruidos de vibraciones en 60-80 Hz.
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Cuerpo: si precisamos dar más cuerpo a la guitarra podemos probar con una curva shelving de bajos entre 120-300 Hz.
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Medios bajos: esta es la zona opaca y tierrosa, que sin embargo otorga la calidez y naturalidad a este tipo de guitarra. Si escuchamos falta de claridad podemos atenuar buscando la frecuencia justa y recordando comparar el antes y después del proceso para evitar desnaturalizar el timbre.
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Medios agudos: aquí tenemos la presencia de las cuerdas y notas que se ejecutan, una buena ecualización aditiva entre 1-6 kHz puede brindarnos la cantidad justa de presencia e inteligibilidad de las notas.
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Agudos: por encima de los 6 kHz encontramos el brillo y el detalle de las cuerdas de las guitarras con cuerdas de nylon, lo que supone una característica agradable.
Como todo en la mezcla al ecualizar guitarras con cuerdas de nylon tenemos que considerar lo que ocurre alrededor de estas guitarras y lograr combinarlas de manera satisfactoria.
Mientras más poblada esté la canción es probable que precisemos reducir más las bajas frecuencias del instrumento y apoyarnos más en lo que sucede en los medios.
Sugerencias finales
Aprender cómo ecualizar guitarras acústicas es inútil si el sonido del instrumento no se ha trabajado desde la grabación.
El balance frecuencial ideal no se puede lograr solamente con ecualización o filtrado.
Al trabajar sobre la ecualización de las guitarras acústicas es imprescindible escuchar el efecto del proceso independiente del nivel de salida, ya que nuestros oídos perciben los sonidos más fuertes como mejores y nosotros queremos evaluar si el cambio en la frecuencia fue para bien o no.
Para revisar el efecto de la ecualización tenemos que comparar con el plugin apagado/encendido, habiendo igualado la ganancia.
Es decir, que se escuche igual de fuerte en ambos estados. Para emparejar el nivel de entrada y salida podemos usar la ganancia de salida del plugin, atenuando cuanto sea necesario hasta igualar entrada/salida.
Si hay algo difícil en la mezcla es saber hasta donde ir con la ecualización o el filtrado, ya que es muy fácil pasarse de rosca y arruinar por completo el sonido de las guitarras.
Por eso te sugiero que te fies de los que saben y uses mezclas de referencia para tener una vara de alta calidad contra la que medir tus trabajos.
Presta atención extra a cómo se escuchan las guitarras en las frecuencias medias monitoreando a bajos niveles: deberías poder percibirlas de manera correcta de lo contrario revisa la ecualización en los medios.
Finalmente, ten en cuenta que lo que puede funcionar bien en una oportunidad y con pocos elementos probablemente no funcione con una mezcla poblada con más elementos.
No descartes usar automatización para las canciones donde la guitarra suena en solitario en un momento pero posteriormente se le suman otros elementos: la clave está en el movimiento.
Espero que estos consejos de ecualización de guitarras acústicas te sirvan para mejorar la calidad de tus producciones.