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Cadena de Mastering óptima

Por Jorge Rozas

- agosto 10, 2024 - 16 minutos de lectura

Hacer una buena masterización no es fácil ni trivial, por eso queremos mostrarte una cadena de mastering óptima que da buenos resultados.

Acompañanos en este artículo y descubrirás la manera de aplicar una cadena de mastering para tus producciones.

Un poco de perspectiva sobre la Masterización

Antes de mencionarte la cadena de mastering tenemos que empezar con una buena perspectiva de por qué vamos a masterizar en un primer lugar y qué queremos lograr con nuestra masterización.

En primera instancia la masterización es la última etapa de la producción musical, donde tomamos la mezcla le damos los últimos retoques para asegurarnos que cumple con ciertos estandares de calidad.

Para verlo de otra forma el mastering es la etapa de control de calidad definitivo en la cadena de producción musical, ya que se trata de la última etapa en donde se pueden hacer cambios con el audio.

Algunas de las cuestiones que debemos revisar al masterizar son:

  • Balance de frecuencia: escucharemos la mezcla para ver si no existen frecuencias molestas o que perturben el entendimiento y disfrute de la música. Especial atención a problemas de enmascaramiento o de acumulación en las bajas frecuencias.
    Cualquier modificación en la frecuencia la vamos a hacer con filtros y ecualizadores, principalmente.
  • Balance dinámico: prestamos atención a la dinámica de la producción, si no hay sonidos enterrados o que se disparen mucho y se vuelvan molestos. Este aspecto lo vamos a modificar con compresión, ya sea de banda ancha o multibanda. 
  • Apertura estéreo: escucharemos la apertura estéreo de la mezcla y su relación con la escucha. Hay ciertos sonidos o frecuencias que funcionan mejor centradas y otras que pueden estar abiertas en el estéreo.
  • Comportamiento en mono: revisamos cómo va a funcionar la mezcla cuando se escuche en sistemas mono y buscamos evitar problemas graves en la audición.
  • Ruidos varios: revisaremos la producción por ruidos varios como pop, click, tick, hum, hiss u otros que pueden perturbar el disfrute de la música. Algunos de estos ruidos se pueden corregir en el mastering y otros va a ser necesario volver a la mezcla.
  • Sonoridad final: si trabajamos la mezcla con buen headroom, cosa que te sugerimos fuertemente, vamos a necesitar incrementar la sonoridad unos cuantos decibeles para conseguir un sonido competitivo que pueda escucharse bien en la mayoría de los sistemas que el usuario final use.

No masterices en una isla

Lanzarte a hacer tu masterización sin una vara de calidad o sintonizar tus oídos a lo que suena bien sería como intentar cruzar una avenida transitada con los ojos vendados.

Por eso una buena idea antes de comenzar tu sesión de masterización es tener a mano alguna referencia de producción profesional conocida.

Esto es muy útil para poder comparar los parámetros antes mencionados y llegar a un buen resultado.

El concepto es escuchar unos segundos de la producción de referencia y pasar a la tuya, teniendo en cuenta en qué factores hay diferencias o problemas para tomar nota y buscar mejorar.

Recuerda que cuando compares la referencia contra tu masterización es necesario igualar la sonoridad. Lo más probable es que la referencia tenga un nivel superior a tu mastering, así que vas a necesitar reducirle el nivel.

Se recomienda hacer esta comparación cada cierto tiempo de trabajo sobre la masterización, así no tomas un camino muy lejano y potencialmente equivocado con tu trabajo.

Cadena de Mastering

Suponiendo algunas situaciones comunes al masterizar una cadena de masterización adecuada se vería algo así, más adelante detallamos cada una y ajustes de referencia:

  • Revisión de ganancia: la mezcla debería haberse trabajado con buen headroom, en términos prácticos eso significa que el promedio en RMS debería estar cerca de -20 dB RMS. Si tienes un nivel inicial mucho mayor, te sugerimos lo reduzcas desde la región del archivo o con un plugin de manejo de ganancia, hasta acercarte al nivel sugerido. Si la mezcla ya tiene limitación debes exportar una versión sin este proceso para poder trabajar adecuadamente tu masterización.
  • Filtrado de frecuencias: es muy común tener algunas frecuencias de la mezcla que aporten ruido o suciedad al sonido. El primer proceso grande que puedes hacer en tu masterización es deshacerte de todo lo que no sea audio útil, tanto en bajas como altas frecuencias.
  • Ecualización correctiva: si tienes frecuencias que están molestando puedes usar EQ sustractiva de manera selectiva, para reducir problemas y conseguir un sonido más limpio y claro.
  • Compresión de balance: si necesitas un sonido más compacto u homogéneo vas a necesitar aplicar algo de compresión. Hay varios compresores que funcionan muy bien para este uso, pero lo importante es no destruir la dinámica o impacto de la canción.
  • Expansión del estéreo: si quieres que tu mastering suene más abierto y amplio en el estéreo puedes usar una herramienta para ampliar el estéreo y lograr un resultado más espacial.
  • Ecualización Musical: llega la hora de realzar las porciones del audio que suenan bien con un ecualizador musical, los candidatos son los bajos, alguna parte de los medios y las altas frecuencias.
  • Limitación: para conseguir la sonoridad final y tener un volumen competitivo de mastering vamos a usar un limitador al final de la cadena de masterización.  

Esta cadena de mastering la uso como punto de partida en el 80% de las veces y permite conseguir un muy buen sonido, siempre que se cuiden los ajustes de los plugins y la manera de aproximar el trabajo.

Veamos en detenimiento cada proceso de esta cadena de masterización y cómo puedes aproximar cada uno para obtener el sonido deseado.

Filtrado de frecuencia

Al masterizar se usan filtros para evitar ruidos de muy baja frecuencia y así proteger los sistemas de reproducción de los oyentes. Adicionalmente se puede necesitar filtrar bajos excedentes en los costados de la mezcla o las frecuencias agudas superiores.

Si tu mezcla suena definida y balanceada de partida, te sugiero usar un filtro pasa altos de 12 dB/Oct con una frecuencia de corte de entre 20-40 Hz. Esto te va a permitir evitar los ruidos de muy baja frecuencia que solo estorban.

Para evitar sumar frecuencias que no aporten y poder incrementar la sonoridad, te sugerimos filtrar las altas frecuencias. Para ello, puedes colocar un filtro pasa bajos con una pendiente de 12 dB por octava y una frecuencia de corte en 16,000 Hz.aproximadamente. 

Imagen: ecualizador usado como filtro pasa altos y pasa bajos.

¿Frecuencias bajas en los costados?

Un problema frecuente en muchas masterizaciones es que los extremos izquierdo y derecho de la mezcla tienen muchas bajas frecuencias. Esto ocasiona que el resultado final del mastering pierda claridad.

El problema nace por que las bajas frecuencias ocupan mucho espacio en lo horizontal y si paneamos elementos con muchos bajos vamos a estar terminando con un resultado final que suena más mono que estéreo.

Cuando te enfrentas a esta situación te sugerimos usar un filtro pasa altos actuando sobre los costados o sides de la mezcla. Para ello precisas un ecualizador con capacidades Mid-Side.

Se sugiere filtrar el Side en una frecuencia de corte cerca de los 100 Hz, lo que va a permitir que el bajo, bombo u otro elemento que necesite las bajas frecuencias suene más claro y la masterización suene más estéreo.

Imagen: ecualizador en modo Mid side, donde se ha filtrado en 100 Hz el Side o costado.

Ecualización Correctiva

Ahora que ya nos deshicimos de las frecuencias que sobraban en nuestra masterización, es hora de ver si es necesario corregir otras zonas problemáticas en la frecuencia.

Lo primero que tenemos que lograr es identificar potenciales zonas de problema. Algunos de los problemas más comunes son los siguientes:

  • Sonido turbio u opaco: si falta claridad en el sonido probablemente haya algo de solapamiento entre 200-400 Hz. 
  • Sonido nasal: si tienes un sonido nasal en la voz u otro elemento, probablemente tengas que ecualizar la zona de 500-700 Hz.
  • Sonido duro o metálico: puedes tener la zona de 6-8 kHz con mucha energía y esto hace que suene metálico. 

Para ayudarte a detectar estos problemas se sugiere hacer un barrido frecuencial, con un ancho de banda selectivo y mover la frecuencia hasta dar con la zona problemática.

Ten en cuenta que al ecualizar en la masterización vamos a estar afectando todos los elementos que estén por esa zona de la frecuencia de la ecualizaciópn, lo que nos limita en la cantidad de EQ que podemos usar.

Una vez identificado el problema puedes usar un ecualizador de fase lineal o uno transparente para lograr que las atenuaciones sean lo más transparentes posibles y que el resultado sea bueno.

Imagen: ejemplo de ecualización correctiva aplicada en los medios en la zona de 300 y 500 Hz. 

Compresión de balance

Si aplicamos compresión por lo general lo que queremos es un sonido más parejo u homogéneo, sin alterar las transientes o el impacto de la producción. Esta compresión se denomina compresión de bus.

Podemos trabajar compresión de bus con casi cualquier plugin de compresión, pero hay algunos modelos que funcionan muy bien como el API 2500, el SSL-G Compresor, el Vari Mu de Manley, entre otros.

La idea con esta compresión es actuar atenuando un poco pero consistentemente, estamos hablando a entre 1-3 dB como máximo.

Algunos parámetros para que ajustes tu compresor favorito:

  • Razón o ratio: debe ser baja para no inducir distorsiones o modificar el sonido. Puedes probar con valores de 1,5:1 a 2:1.
  • Ataque: el ataque se sugiere lento y depende del compresor, algunos modelos te permiten hasta 30 milisegundos y otros un tiempo más lento. En plugins como el SSL o API se sugiere el valor de 30 ms. Esto te ayudará a preservar las transientes y pegada de la música.
  • Release: se sugieren tiempos de entre 100-150 ms para que la compresión sea transparente y se consiga un mejor balance.
  • Knee: normalmente el ajuste soft knee va a funcionar mejor, ya que la compresión actúa gradualmente antes del umbral.
  • Umbral o Threshold: se sugiere colocar de tal manera de tener 1-3 dB de atenuación como màximo.
  • SC Filters: si tu compresor tiene la opción puedes activar un filtro pasa altos en el side chain, para evitar comprimir mucho las frecuencias graves y que tu mastering suene más potente en los bajos.

Imagen: plugin de emulación del API 2500 de Waves, con ajustes para masterización.

Imagen: compresor de bus emulación del Vari Mu de Manley de la firma UAD. 

Imagen: compresor de bus emulación del SSL Bus Compressor de la firma Brainworx.

Expansión estéreo

A todos nos gusta una masterización grande y que suene con buena sensación estéreo. Gran parte de esos atributos los tenemos que lograr en la mezcla, ya que mucho tiene que ver con el aspecto de la frecuencia.

Si tu mezcla tiene mucho enmascaramiento, sonidos que se tapan entre sí, va a ser muy difícil que el mastering suene grande. Lo mismo ocurre cuando hay muchos sonidos que contienen frecuencias bajas y no las necesitan.

Teniendo en cuenta una mezcla que si está balanceada en la frecuencia y que no tiene mucho enmascaramiento, se puede usar un plugin de expansión del estéreo para darle un toque extra en este ámbito.

Algunas sugerencias al aplicar un expansor estéreo al masterizar:

  • Menos es más: este es uno de esos procesos que nos puede engañar fácilmente y terminar con un resultado negativo. Por eso te sugiero que apliques el proceso de manera sutil y con medida.
  • Plugin monobanda: si tu plugin amplia el estéreo con un solo parámetro significa que lo hace para todas las frecuencias. En ese caso te sugiero que vayas en poca cantidad y con cautela. Es fácil pasarse de rosca y arruinar todo.
  • Plugin multibanda: si usas un expansor estéreo que te permite ajustar la expansión por frecuencias se sugiere hacer que las frecuencias graves, debajo de 160 Hz al menos sean mono. Puedes ganar en apertura en los medios y los agudos, lo que siempre va a darte un resultado más agradable.
Imagen: ejemplo de un expansor de estéreo monobanda S1 imager de la firma Waves.

Imagen: ejemplo de plugin de expansión del estéreo con capacidades multibanda. Este tipo de plugin nos permite ampliar el estéreo de manera diferencial en distintos rangos de frecuencia.

Ecualización Musical: más de lo bueno

Toda masterización tiene rangos de frecuencias dulces, que son aquellas que suenan bien por si solas. Esto es lo que hay que pensar en resaltar con ecualización musical.

Se llama ecualización musical a aquella que usa plugins que suenan bien y con parámetros de ancho de banda sobre todo poco selectivos. En la práctica lo que hacemos es realzar un conjunto de frecuencias que son musicales entre sí.

Algunos de mis plugins favoritos para esta ecualización son las emulaciones de Pultec, el Massive Passive de Manley o algún ecualizador de Neve. Puedes buscar resaltar alguna zona que te haya gustado o seguir estas sugerencias.

  • Bajos: a quien no le gusta esos bajos gordos, redondos y que empujan hacia adelante todo. Si quieres resaltarlos en tu mastering puedes usar una curva shelving de bajos con un Q poco selectivo o resonante. 
  • Medios: ganar en presencia o claridad es un plus de cualquier masterización. Puedes hacerlo con una EQ en los medios con curva campana, ancho de banda grande y buscando la frecuencia más dulce.
  • Agudos: si buscas un brillo sedoso o unos agudos que destaquen puedes usar una curva shelving de altas frecuencias y un ancho de banda generoso o resonante. 

 Siempre recuerda igualar la ganancia del plugin encendido y apagado, ajustando el nivel de salida para compensar cualquier ganancia que hayas tenido. De esta manera comparas de forma adecuada el trabajo que hiciste de ecualización musical.

Imagen: ejemplo de un ecualizador musical para masterizar. Se trata de una emulación del clásico Pultec EQP1A, de la firma UAD.

Imagen: ejemplo de ecualizador musical emulación del Massive Passive de Manley, de la firma UAD.

Limitación: consigue la Sonoridad final

Lo entiendo, casi todos nos vemos obligados a incrementar la sonoridad para sonar competitivos contra otras producciones. Lo bueno es que si tienes una buena mezcla con las frecuencia distribuídas conseguiras un sonido fuerte más fácil.

Como mencionamos antes si evitas solapamientos en la frecuencia y sobre todo en las bajas frecuencias, con un buen trabajo de filtros en la mezcla, la limitación va a operar mejor en el mastering.

En lo personal uso un limitador de Sonnox Oxford, uno multibanda de Waves o el de la suite Ozone. Pero tu puedes usar el que tengas a mano y con buenos ajustes deberías tener un buen resultado.

Puedes probar con estos ajustes como punto de partida, recuerda siempre empatar el umbral y out ceiling para escuchar el impacto del limitador en el sonido:

  • Threshold o umbral: depende de cuan fuerte necesites que suene el master, puedes necesitar bajar 8-10 dB o más en el umbral. Revisa siempre la cantidad de atenuación y ten en cuenta que mientras más sea es más probable que el sonido se degrade.
  • Out ceiling: este es el nivel de salida final, se sugiere empatar con el umbral mientras se ajusta el umbral. Una vez se tiene la cantidad de atenuación necesaria se puede colocar en un valor que depende del medio al que vas a exportar el archivo. Si es un Wav en resolución de CD necesitas dejarlo en -0,5 dB. Si en cambio vas a crear un mp3, probablemente necesites al menos -1 dB para evitar los clipeos. Si el archivo fuese para una plataforma de streaming necesitas usar un lector de dBTP, true peak, para ajustar el out ceiling hasta que de al menos una lectura de - 1 dBTP.
  • Release: generalmente este valor funciona mejor en automático ya que se calcula en función del programa musical y va a sonar más natural así.
Imagen: ejemplo de un limitador en este caso el L1 de la firma Waves. 
Imagen: ejemplo de un limitador con funcionalidades ampliadas Oxford de la firma Sonnox para UAD.
Imagen: limitador presente en la suite de mastering Ozone de la firma Izotope.

Conclusiones finales

Como dijimos al comienzo, la masterización no es algo exacto o que sea igual para cada canción o sesión de trabajo. Sin embargo, esta cadena de procesamiento nos ha dado buenos resultados consistentemente.

Puede ser que necesites alguna otra instancia de procesamiento si tienes otros problemas puntuales, como puede ser sibilancia en una voz o en el master completo, donde necesitarías un de-esser. 

También puedes tener situaciones donde existan frecuencias que por momentos suenan exageradas, en tal caso necesitarás un compresor multibanda atenuando el rango en cuestión o un EQ dinámico.

En definitiva se tiene que evaluar cada canción individualmente y usar el procesamiento que sea necesario. A veces puedes si quiera tener que procesar la señal por que ya suena bien tal cual está.

Esperamos esta cadena de masterización te ayude a llevar tus sesiones de mastering a buen puerto, conseguir grandes resultados y poder compartir tu música al mundo en su máximo esplendor.